Nos consideramos unos privilegiados, ya que nuestro proyecto nace en pleno corazón del Bierzo, paraíso obligatorio para el peregrino en su camino a Santiago.
Una tierra encantada con milagrosas riquezas, agraciados paisajes con árboles centenarios y dulces tentaciones como estos productos que reflejan el cariño y orgullo que sentimos por nuestra tierra.
Tenemos colmenares repartidos por toda la zona, y en algunos ellos; nuestros propios abuelos fueron los encargados de plantar cerezos, castaños y otra flora en la que hoy en día trabajan incansablemente nuestras abejas.
Nuestra filosofía se centra en la tradición, ofreciendo un producto artesano y natural; justo como nuestros abuelos nos enseñaron.